La idiosincrasia de un país vive en el imaginario de sus habitantes en forma de recuerdos, personas, lugares u objetos; de los cuales afloran las tradiciones y la identidad de este. Uno de los tantos elementos que forman parte  nuestra idiosincrasia se encuentra presente desde los tiempo de la Colonia: el trompo; juego típico, compuesto por un cuerpo con punta y una cuerda cuyo objetivo es mantenerse girando en el suelo.

Con la intención de extender esta carga imaginaria a más que a un juego típico de Fiestas Patrias, la colección Volta presenta su interpretación del trompo, una transformación de un objeto de juego a un elemento de diseño de colección y decorativo.